Coleccionistas y Corredores de Arte


Coleccionistas y corredores de arte
En un post reciente, comentamos sobre el mercado atípico del arte. En esta ocasión, valdría la pena conocer sobre los corredores o dealers, y su relación con los coleccionistas. Empecemos por describir a los corredores: son las personas que se dedican a la venta de arte en forma directa. Por lo general visitan a los coleccionistas en sus casas, o en sus oficinas, sugiriéndoles la compra de obra de artistas ya muertos, consagrados vivos u objetos de moda y antigüedades. [1] Miguel Pereza menciona que los podemos clasificar en dos grupos:
  1. Corredores cajuela
    • Vendedores ocasionales de productos seguros
    • Muy abundantes. Descubren que pueden obtener buenas utilidades sin excesivos riesgos por medio de buenas relaciones.
    • No se preocupan por la calidad, la procedencia o importancia intrínseca de la obra. Simplemente les interesan los beneficios directos de la venta
    • Mantienen buena relación con las galerías o críticos
    • Procuran acudir a los centros de investigaciones estéticas para conseguir una certificación que les sirva para transmitir sensación de seguridad respecto al producto.
  2. Corredores profesionales:
    • Procuran buscar de manera directa a los artistas
    • Arriesgan capital si es necesario
    • Sostienen buenas relaciones con los galeristas con quienes intermedian la promoción y venta, llegando a acuerdos de financiación
    • Son muy cuidadosos en la elección de la obra: conocen su procedencia y amparan su autoridad mediante documentos
    • Si el artista está muerto, se apoyan en la información publicada en catálogos, revistas, prensa, etcétera.
    • Su misión consiste en cargar de atributos la obra y promocionarla
Ambos participan en el proceso de valoración de la obra, que siempre saldrá beneficiada cuanto mayor sea el número de operaciones a las que se someta. Cabe mencionar, que el mercado clandestino, está muy vinculado al papel de los corredores. Esto último debido a que, el arte, al no poseer de un mercado y estructura rígida, deja paso a aficionados, especuladores, críticos avispados, vendedores de marcos, artistas que ofertan sin autorización, trueques, intercambios, y otros modos semiprofeisonales.
Ahora bien, los coleccionistas no son un grupo homogéneo, sino que existen grandes diferencias entre ellos de acuerdo con el volumen de compra, el tipo de obra que adquieren, y sus motivaciones. Pero van a tener en común su poder adquisitivo elevado. Por tradición histórica se ha denominado al poseedor del objeto artístico como: “coleccionista” y al conjunto de objetos como “colección”. Aunque actualmente se podría ajustar más a una relación de: inversionista-especulador.
Por lo anteriormente mencionado, coincidimos con lo que dice Francesco Poli, respecto a que, el proceso de valoración de la obra no es tanto un hecho abiertamente cultural, sino más bien, una cuestión cuantitativa relacionada con los circuitos de venta. Es decir, la obra de arte juega como moneda en el sistema capitalista, y todos los agentes que la rodean, son parte del complejo sistema del arte, al cual no lo podemos desligar de lo económico.
Como mera curiosidad, y por seguir con la moda contemporánea de los “Top”, dejamos la lista de los top 5 coleccionistas privados del 2017, publicada por la revista Artnews cada año. En realidad la revista menciona a 200 de ellos, pero nosotros nos limitaremos a los 5 primeros:
Nombre: Roman Abramovich  
Ubicación de la obra: Londres; Moscú; Nueva York
Clasificación de colección: Impresionismo, modernismo, posguerra y arte contemporáneo.
Nombre: Haryanto Adikoesoemo         
Ubicación de la obra: Jakarta, Indonesia
Clasificación de colección: Arte de Indonesia, asiático, moderno y contemporáneo occidental.
 
Nombre: Mohammed Afkhami
Ubicación de la obra: Dubai; Gstaad, Suiza; Londres; Nueva York
Clasificación de colección: Arte modern y contemporáneo iraní, y arte internacional.
 
Nombre: Paul Allen
Ubicación de la obra: Seattle
Clasificación de la colección: Impresionismo, antiguos maestros, arte moderno y contemporáneo.
 
Nombres: Laura Arrillaga-Andreessen and Marc Andreessen  
Ubicación de la obra: Palo Alto, California
Clasificación de la colección: arte contemporáneo y de posguerra.


[1] Miguel Pereza, Josu Iturbe. El arte del mercado en arte. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; México, D.F.; Miguel Ángel Porrúa, 2015. Pág. 83

El mercado del arte. Precio de la obra






El mercado del arte
Precio de la obra
 
A través de la realización del trabajo final de la materia (arte contemporáneo), pudimos comprobar la complejidad del sistema del arte en la época actual. Dicha complejidad tiene su historia, pero no es el punto mencionarla en este momento. Queremos concentrarnos en el papel que juega el arte en el mercado capitalista actual. Para ellos, resulta importante entender qué es el mercado. Si buscamos, podemos encontrar diversas definiciones, en su mayoría relacionados con la oferta y la demanda, pero para fines prácticos, podemos decir que, es simplemente un ente económico. Los mercados se clasifican, convencionalmente de acuerdo con la función que desempeña. Así, el mercado del arte, es una división del segmento de las Bellas Artes, que a su vez forma parte del mercado del arte. En él, están incluidas todas las empresas, distribuidores y compradores que tienen relación con el mundo del diseño, las artesanías y las artes en general. Para que quede más claro, se puede ejemplificar con la pintura: pertenece al mercado de bienes, al sector de las artes, al mercado específico de las artes visuales, y al segmento de pintura. 
 
El comportamiento del mercado del arte, en general, es atípico respecto a todos los demás mercados. La oferta y la demanda en general son curvas que se generan de la venta individual de cada una de las obras de arte. Por eso mismo, la fijación de precios no está determinada necesariamente por el costo de la producción, depende en gran medida de la consolidación del artista y de los distribuidores. Los canales de distribución internacionales a través de las casas subastadoras, han jugado un papel importante en la fijación de precios de artistas consagrados (vivos y muertos).
 
Es un mercado altamente especializado, es decir, se debe de conocer la calidad del producto, su historia en el mercado, y lo que respalda la inversión real. Todo para poder determinar el riesgo y los rendimientos. Además, se debe de considerar el papel del Estado y su participación constante en la economía general, como regulador, y en particular en el doble papel que juega: por una parte como promotor del artista, y por la otra en la conservación del patrimonio nacional.
 
Cabe señalar que, es diferente la determinación del precio dependiendo de si el artista sigue vivo o no. La obra del artista muerto es propiedad de coleccionistas, que son los encargados de ponerla en circulación. Para el caso de los artistas vivos en la etapa de iniciación, el precio de salida de la obra está directamente relacionada con sus costas de producción. El precio está determinado por una oferta y demanda unitaria. Precisamente la característica general del mercado del arte es que el precio siempre es mayor que el costo, debido a que no se está comprando el objeto en sí mismo sino los atributos de diseño, creatividad, originalidad o simplemente la firma.
El mismo mercado ha establecido sus propias reglas y siempre dará mayor precio a las obras de arte catalogadas, es decir, que aparezcan en libros, revistas, folletos, etc, y de las cuales se ha escrito más, pues estas publicaciones juegan como certificado, y así van atribuyendo mayor seguridad al comprador, quien a su vez obtiene de esta compra mayor prestigio social y la conciencia de que el precio pagado cubre todas esas características y también sus propias expectativas.
 
A continuación mencionaremos las 5 obras de arte más caras del mundo hacia el año 2015 según Miguel Pereza y José Iturbide[1].
 
Obras más caras del mundo 2015


“¿Cuándo te casas?” de Paul Gauguin

Precio: 300, 000,000 de dólares

Fecha de adquisición: febrero 2015

Técnica y medidas: Óleo sobre tela. 101 x 77 cm

Comprador: familia real de Qatar

 

“Los jugadores de cartas” de Paul Cézanne
Precio: 250, 000,000 de dólares
Fecha de adquisición: febrero 2012
Técnica y medidas: Óleo sobre tela. 90 x 130 cm
Comprador: familia real de Qatar
 
“El sueño” de Pablo Picasso
Precio: 155, 000,000 de dólares
Fecha de adquisición: marzo 2013
Técnica y medidas: Óleo sobre tela. 130 x 97 cm
Comprador: Christie´s Nueva York
Dato: En noviembre de 1997 se vendió en 48, 400,000 dólares
 
“Tres estudios de Lucían Freud” de Francis Bacon 
Precio: 142, 400,000 dólares
Fecha de adquisición: Noviembre 2013
Técnica y medidas: Óleo sobre tela (tríptico). 198 x 147 cm
Comprador: Christie´s News York 
 
“Número 5” de Jackson Pollock
Precio: 140, 000, 000 dólares 
Fecha: noviembre 2016
Técnica y medidas: Óleo sobre tela. 122 x 144 cm
Comprador: Vendido por David Geffen a David Martinez con intermediación de Sotheby´s



Reina Sofía y Dalí


Reina Sofía y Dalí
Aún hasta el día de hoy, me sigo cuestionando la decisión que tome durante mi breve estancia en Madrid en el verano del 2014. Debía de decidir entre conocer el famoso museo del Prado y el Reina Sofía. Realmente fue Picasso el que influyó en mi decisión, ¿cómo no iba a conocer el Guernica? Debo aceptar que en ese momento, mi conocimiento sobre arte era muy vago, fue más el hecho del renombre de ese artista. Igualmente en Barcelona no falte al Museo de Picasso. Ahora que lo reflexiono, ni siquiera sabía nada de él, ni de su contexto histórico, del cubismo, ¡de nada! El renombre influyó al 100% en mí, esa especie de arte cultural. Pero Picasso no es el objetivo principal de este post. Hasta el día de hoy sigo sin tomar una postura ante él, pero me hubiera gustado haber visto sus obras con la educación posterior en materia de historia del arte.
El punto aquí es: Salvador Dalí. Esa tarde en el Reina Sofía, no entendí el Guernica, o más bien, no generó nada en mí (estoy segura que ahora sería diferente), pero en cambio, al seguir caminando por el museo, descubrí los cuadros de Dalí. Él si movió algo, causo algo en mi interior, no sé bien cómo explicarlo, me quede mucho tiempo descifrando sus cuadros, esos relojes me decían algo. No ocasionó la misma reacción en mi compañera, ella me apuró a salir de ahí. No era suficiente tampoco mi conocimiento sobre Dalí, pero supe que había valido la pena mi visita al museo. Posteriormente, durante mis estudios humanísticos, se mencionó varias veces. En clase de arte contemporáneo, recién lo estudiamos. Pero creo que lo que más llama mi atención es la relación que tiene con los aspectos psicológicos.
Por lo anteriormente dicho, decidí leer el artículo llamado: Salvador Dalí y el psicoanálisis[1] de Miguel Gutiérrez Peláez y Sergio A. González Beltrán. Me parece que el artículo describe mi experiencia con su obra, pues sus obras no por reproducir la realidad, sino por presentarla transformada y enriquecida con elementos simbólicos y deformaciones que encontraba similares a las de los sueños.
El psicoanálisis desde la perspectiva freudiana, considera que el arte es la construcción de un mundo sobrecargado por aquellas experiencias ya vividas, en las que el sujeto proyecta sus dramas, temores, esperanzas y deseos. Dalí acepta la influencia de Freud en su obra, incluso realizó cuatro retratos de él. Después de varios intentos, logró reunirse con él en 1938. De uno de los cuadros, se ha dicho que Dalí expresa su malestar hacia la indiferencia recibida de Freud a través de su deseo de verlo muerto.
Ahora bien, desde el primer manifiesto surrealista de André Bretón, el surrealismo implicó una nueva visión y utilización del inconsciente como fuente de inspiración, gracias al influjo de la obra psicoanalítica y la experiencia de Breton en el campo de la psiquiatría. La corriente artística tenía sus bases teóricas en el estudio del automatismo psíquico, que busca expresar la acción real de pensar mediante diferentes canales, y se propone liberar la mente de las limitaciones de la razón y de cualquier cuidado moral o estético, con el fin de buscar las asociaciones de idas, creyendo en que una realidad superior subyace a dichas asociaciones.
Es decir, la actividad del pensar y la facultad suprema de los sueños, se ve reflejada en la obra. Eso realmente me parece autentico. Sabemos que las vanguardias rompen con el arte burgués, que decía representar la realidad, pero la realidad que propone el surrealismo, es una realidad más profunda. Esa realidad que mantenemos por así decirlo, escondida, pero que puede expresarse. Por lo mismo, resultaría inútil querer interpretar los cuadros surrealistas, me parece que la subjetividad es demasiada, y el plus, es que cada quien la podría interpretar a su manera. Cada que leo algo respecto al surrealismo, me propongo poner más atención en mis sueños, pero se me olvida. Espero esta vez, si lograrlo.


                                                'La tentación de San Antonio' Salvador Dalí



[1] Miguel Gutiérrez Peláez, Sergio A. González Beltrán. Salvador Dalí y el psicoanálisis: una relación revisitada. (Pensamiento), (palabra) y obra, ISSN 2011-804X, ISSN-e 2462-8441, Vol. 18, Nº. 18, 2017, págs. 64-77
 

Entrevistando a un artista


Entrevistando a un artista


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Laura Enciso

 

Laura Enciso cursó la carrera de Diseño de la Comunicación Gráfica en la Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco. México D.F. Residió en Paris, Francia de 1986 a 1987; y durante su estancia trabajó en el aprendizaje de Ilustración con aerógrafo, técnicas de pintura oriental y fotografía. Laboró como diseñadora gráfica durante veinte años y a partir de 1996 enfocó sus actividades en la pintura al óleo. Se adentró en el tema figurativo abstracto; laborando y desarrollando su obra en la ciudad de México y participando en talleres de pintores reconocidos buscando técnica y conceptos.   Desde el año 2009 ha basado su trabajo en la exploración del espacio y sus efectos visuales, labor que ha generado una nueva visión que la ha guiado a la incursión de nuevas técnicas para realizar obra en relieve.

El contacto con el arte y con otros artistas influyó de manera definitiva para lograr un cambio en la forma de expresión encaminado hacia la búsqueda conceptual, la geometría y la abstracción. Ha sido becada por el FOCAEM en dos ocasiones para fomentar sus proyectos. En el 2009, con el proyecto “Por Senderos del Tiempo”, y en el  2013 desarrolló el proyecto "Reminiscencias", destacando su obra en relieves pictóricos. En dicho proyecto inicia la incursión en el volumen; trabajo que brotó del lienzo hacia la búsqueda del espacio tridimensional. Algunas de sus obras forman parte de colecciones nacionales e internacionales así como del acervo del Museo de Antropología e Historia del Estado de México y del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.

 “Yo fui a tocar puertas” nos cuenta Laura Enciso al describir la experiencia de su proyecto en la galería Lee de Paris en el año 2016.  Tras haber realizado dos proyectos con el apoyo de la becas brindadas por el FOCAEM, adquirió la experiencia y el valor para ir más allá. Vale la pena aclarar al lector que el FOCAEM da apoyo económico a los artistas del estado de México. El apoyo es por medio de concursos en los que el artista presenta su portafolio y su propuesta de proyecto, pero a cambio los se compromete a dejar siempre claro que están siendo patrocinados; dándoles crédito y mencionando dicho patrocinio en las presentaciones y folletos. La ayuda que dan es mínima, pero solo así se abren con facilidad las puertas de diversas galerías para darles espacio y oportunidades a los artistas. 

Laura decidió desprenderse de sus creaciones anteriores para realizar composiciones diferentes a partir de las antiguas coloraciones, texturas y desgastes.  En esta decisión influyó su asesor del proyecto de la primera beca, al cual tenía que estar mandando continuamente bocetos, avances y piezas. Él la animó a no limitarse solo al lienzo, sino a realizar relieves para crear una construcción bidimensional. Es así como empieza a jugar con el volumen, decidiendo despegarse del enfoque prehispánico. Eso dió como resultado su proyecto: “El legado de luz “que le abrió las puertas de la galería parisina, al encajar con lo que buscaban.

Pero para haber conseguido dicha oportunidad, Laura tuvo que ingeniárselas por su cuenta, siendo de apoyo fundamental: las relaciones establecidas a lo largo de su vida. Al no contar con ayuda económica para el proyecto, salió de su bolsillo el viaje a Paris con motivo de presentar su obra. Una vez aceptada, tendría que lograr pagar los gastos del proyecto, así como la transportación del mismo, al continente Europeo. Gracias a la buena relación mantenida con un amigo empleado de la aerolínea Air France, tuvo un buen descuento en los boletos de avión. Estuvo yendo y viniendo durante dos años para poder presentar su obra. Pero además contó con el apoyo de otros amigos con los que se hospedó; teniendo la posibilidad de turnarse en diferentes domicilios, debido a la gran cantidad de amigos que conocía y que la apoyaron sin lugar a dudas. Así fue como entre sus muchas maletas de gran tamaño y su organización para armar, complementar y terminar su obra, finalmente la expuso en mayo del 2016.

A pesar de haber creado relaciones y nexos con gente vinculada al mundo artístico, estos no se prestaron para brindar su ayuda de ninguna manera. Laura se acercó directamente a la embajada  mexicana en Francia para invitarlos a su exposición, sin ninguna intención de pedirles ayuda económica, pero nadie la atendió. Solamente se presentó un representante del Centro Cultural de México, pero en ningún momento la ayudaron a difundir ni promocionar su proyecto. Con esto se dio cuenta de que el verdadero apoyo solo lo reciben los artistas de un nivel más alto.

Pero eso no la desanimó, ella se encargó sola de su promoción y quedó satisfecha con el resultado, por lo que espera volver a tener la oportunidad de llevar un nuevo proyecto a Paris en el año 2019. Actualmente está realizando connotaciones abstractas de paisaje para la galería “Siglo XXI”.

Laura ha cambiado con el tiempo, y afirma que ese cambio se ve reflejado en su obra, al igual que la experiencia. Le gusta trabajar con proyectos porque de la idea va realizando modificaciones dentro de una misma serie, de la cual parten diferentes temas, es decir, todas sus obras van hiladas, pero evolucionando. Finalmente confiesa que todos los artistas tienen influencia de otros pero cada quien lo adapta a su propio estilo y no dudó en compartirnos que su artista favorito es Manet, al cual califica de abstracto.
 

 
Detalle de la serie Legado de Luz  
Donde inicia el fuego nuevo. Colección: Reminencias